Este día llegué al pueblo de Pedones lloviendo y con una niebla que no dejaba ver los alredores del pueblo. Estuve esperando hasta que la lluvia pasó a orbayu y decicí comenzar la ruta porque sabía que con ese tiempo el bosque tenía que tener un encanto especial y así fue. Las hojas del hayedo todavía tenían ese verde transparente de la primavera por lo que la luz, al atravesar las hojas, lo teñía todo de un verde difuso que se mezclaba con la niebla.
Quería una composición sencilla mostrando el bosque teñido con la niebla como telón de fondo y el suelo del bosque limpio en primer plano. Para conseguir una profundidad de campo suficiente cerré el objetivo a f20 por lo que tuve que poner un tiempo de 3 segundos naturalmente con trípode, y todo ello bajo el paraguas. Acordaos de quitar el VR cuando utilicéis el trípode.